Este restaurante, el establecimiento casher en activo más antiguo del país, está a unos pasos de la sinagoga Pinkas. Los platos que se sirven no solo son todos casher, sino que además sus ingredientes son esencialmente bio.
El menú del King Solomon es especialmente interesante en el apartado de carnes. Entre los numerosos manjares ofrecidos, hay platos clásicos, como el muslo de pato al cholent, aunque también combinaciones más cosmopolitas, como el cordero servido con espinacas y polenta o con patatas Delfina y puré de pera. La caza también se merece una atención particular: la carne de corzo se sirve a la parrilla o en gulash, cocinado lentamente, con cebollas doradas.
Una de las cualidades destacables del King Solomon es también la amabilidad del servicio, que además habla cinco idiomas de ámbito mundial.
Y para aquellos que no quieren eternizarse a la mesa, el restaurante ofrece por otra parte platos preparados, para consumirlos al aire libre o durante una excursión: pueden elegir a la carta o componer el menú a su gusto.